A 4 días de que Leonor de Borbón, princesa de España, deje de ser libre y comience su formación militar, solo me faltaba que vistiese de rosa para ver Barbie. Pues sí. El discreto y aburrido verano familiar en Mallorca daba para mucho más que ir al cine y posar en "un jardín", fingiendo una naturalidad y una espontaneidad que ya están tardando en pulir. Bueno, la heredera salía del cine aireada con un "favorecedor" según algunos medios, vestido fucsia de Sfera. Un look vintage que no llega a los cincuenta euros, con el que Casa Real pretendía hacer ver que la futura heredera está a la última y sigue de primera mano las tendencias en sus redes sociales. Ah no, que no tiene. ¡Ninguna! Ni siquiera cuando se le tanteó que tuviese Tiktok al saberse que no era verificado ni cierto el perfil. Esto ya lo he dicho muchas veces, pero que una heredera al trono, a punto de cumplir la mayoría de edad, no tenga Instagram ni Twitter, malo. No porque fuese a la moda que, por cierto, falta le hace; sino porque al fin, todos esos recatados monárquicos estarían contentos de que las nuevas generaciones se convirtiesen en números de más de seis cifras y se alzasen a los seguidores de la futura reina de España.
Por cierto, Leonor tenía una cara de satisfacción a la salida del cine, como pocas veces se le ha visto. Y yo solo me pregunto, ¿qué opinará la reina Sofía, que acompañó a la muy unida familia, sobre la película rosa de Greta Gerwig? Se habrá santiguado en cada alegato feminista, al unísono de "Pecado, pecado y pecado", pese a ser ortodoxa, supuestamente algo más progresista.
A todo esto, estaba hablando del inminente ingreso de Leonor en la Academia General Militar. Me he reído muchísimo con el titular de una revista que edita 'Semana'lmente, donde define como "austera" la próxima vida de la princesa. En fin. Mejor llamémosle diferente, pero decir que la hija de los reyes de España va a llevar una vida austera, con el fin de que nos compadezcamos de ella, pues no. Madrugará como todo el mundo, comerá como todo el mundo y llevará uniforme como lo han hecho todos los militares y clientes de instituciones que así lo requieran. No entiendo los titulares dramáticos, y mucho menos en el caso de una princesa privilegiada que va a llevar de todo menos una vida austera.
Otro titular llamativo y polémico (maravilloso para mí) es el de que la Infanta Elena se lleva igual de mal con Leonor que con Letizia. Elena de Borbón siempre haciendo amigos, es la defensora del más férreo conservadurismo borbónico en lo que a familia real representa. No tiene nada que ver con la imagen que una mermada royal family del siglo XX (a años luz está la española, por cierto). Me da una pereza mortal el simple hecho de que aún llame la atención. No obstante, ahora estará contenta, que cada vez más, se ve a su padre, Juan Carlos I, frecuentar España. La culpa de todo, como siempre, la tiene la intrusa, la que molesta. Letizia es la responsable de todos sus males (que explique cuales, lo suplico). Ay, el gusto que daría oírte hablar. Sinceramente, Letizia, toda la admiración por aguantar a esta panda de especies obsoletas aferradas a la corona. Entiendo que Leonor seguirá su estela. Espero. Supongo.